Unión de operaciones y decisiones en sistemas ERP
La integración entre los sistemas de soporte a las operaciones y los sistemas de inteligencia de negocios sigue aumentando hasta la aparición de los sistemas ERP, Enterprise Resource Planning, que asumen el papel de sistema de información único para la vida de la empresa. Estos sistemas, que alcanzaron su máxima difusión en la década de los 90, son sustancialmente utilizados en todas las medianas/grandes empresas y se están extendiendo cada vez más en las medianas/pequeñas empresas.
El producto líder en este mercado es SAP.
La adopción de un ERP (no necesariamente SAP) es un nuevo comienzo para la empresa: la consolidación de la información y su gestión centralizada, pero modularizada, permite razonamientos lógicos complejos (estudio de márgenes de ingresos, escenarios de solvencia / insolvencia…).
Por lo tanto, traducir la estructura de una empresa en un modelo para un ERP es una buena manera de comprender completamente cómo están estructuradas las empresas y cómo funcionan. Sin embargo, con los ERP es difícil captar la esencia de las empresas como “generadoras de conocimiento” y resulta imposible representarlas en todos sus detalles.
De hecho, el problema de la representación empresarial surge de que los sistemas ERP actualmente presentes se basan en un único modelo jerárquico funcional de empresa (modelo ARIS), mientras que en el mundo moderno es común identificar organizaciones con estructura matricial, en la que las personas no tienen una dependencia única (del supervisor), sino doble: una para el área funcional (conocimiento que tienen las personas individuales, por ejemplo, un diseñador tiene un "diseñador jefe" de referencia) y otra para el empleo (el proyecto en el que están trabajando, por ejemplo, el diseñador tiene un "líder de proyecto" para el proyecto en el que está trabajando actualmente).
Por lo tanto, hay varios gerentes para un solo empleado, con posibles situaciones de conflicto.
Además, los ERP tienen limitaciones vinculadas a la variabilidad de la empresa: una empresa no puede predecir cómo evolucionará y cómo cambiará. El sistema informático debe adaptarse necesariamente a los cambios de la empresa, pero en ocasiones el ERP está demasiado estructurado para poder seguir el ritmo de la evolución de la empresa y este defecto a su vez introduce una rigidez que surge como un obstáculo a la evolución de la empresa.
En definitiva, al decidir sobre un ERP, uno debe comprender:
- integración adquirir: Los ERP obviamente no pueden ignorar adquirir de las empresas, que son muchas y están desorganizadas, es necesario utilizar almacenes de datos
- qué problemas surgen gestionando la empresa íntegramente con el ERP, por tanto cuáles son las características distintivas de la empresa que adopta un determinado ERP y cuáles de ellas tienen que ver con estos problemas (por ejemplo, características propias de las empresas de un determinado país, por ejemplo, las italianas se distinguen por la tradición y gestión familiar, tamaño mediano-pequeño, resistencia al cambio)
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